Soy Lucia Focaccia, del equipo de Ventas Internacionales de Aero, y junto a 8 agencias tuve la oportunidad de descubrir esta metrópolis que combina historia, cultura, gastronomía y experiencias únicas en cada esquina. Viajamos de la mano de American Airlines, Full of Dreams y Assist Card, tres aliados que hicieron que el viaje fuera cómodo, seguro y totalmente memorable.
Desde el primer momento, Nueva York nos recibió con energía. Comenzamos con un ascenso al Empire State Building al atardecer, disfrutando de la ciudad iluminada desde lo alto, y cerramos el día con una cena de bienvenida en Planet Hollywood, perfecta para arrancar a conectar con la ciudad y con el grupo.
El recorrido continuó con un Tour de Contrastes, que nos llevó a recorrer los barrios más emblemáticos y sus particularidades: caminamos por Chinatown, Little Italy y Soho, cruzamos el Puente de Brooklyn a pie y paseamos por Dumbo, disfrutando de las vistas del skyline y la actividad del río. Cada barrio tiene su propia identidad, y los guías nos explicaron con detalle la historia, cultura y gastronomía de cada uno, lo que hizo que la experiencia fuera mucho más enriquecedora.
Otra de las experiencias destacadas fue recorrer Hudson Yards y ascender a Edge NYC, un mirador con vistas panorámicas únicas de Manhattan. Desde allí seguimos a High Line, un paseo elevado que combina arte, paisajismo y vistas de la ciudad, hasta llegar a Little Island y Chelsea Market, donde disfrutamos de tiendas, arquitectura y gastronomía local. Por la noche, subimos al Top of the Rock, otro clásico que permite ver la ciudad desde una perspectiva diferente.
La jornada en Downtown también fue inolvidable: tomamos el ferry hacia la Estatua de la Libertad, visitamos el Memorial y Museo 9/11 y caminamos por Wall Street, un recorrido cargado de historia y emociones. Además, realizamos un Full Day privado a Boston, una ciudad elegante y pintoresca a solo tres horas de Manhattan, que nos permitió conocer su arquitectura, calles históricas y la influencia europea que la distingue.
Los espacios verdes y la gastronomía fueron otro punto alto del viaje. Caminamos por Central Park, visitamos el Museo de Ciencias Naturales, disfrutamos de un picnic improvisado con productos de supermercados locales, y probamos comidas de distintas culturas: hamburguesas, ribs, pastas, y platos de cocina india, griega y mexicana en ferias callejeras cerca de Bryant Park.
El alojamiento en un solo hotel fue muy cómodo y práctico, con excelente ubicación y modernas instalaciones, lo que facilitó cada traslado y actividad. Un agradecimiento especial a Full of Dreams y a su proveedor Arcol, quienes coordinaron traslados y experiencias de manera impecable.
Tips para agencias:
- Preguntar si los pasajeros conocen Nueva York o es su primera vez, para personalizar la experiencia.
- Indagar sobre intereses: música, teatro, deportes, aire libre… la ciudad ofrece opciones para todos los perfiles.
- Considerar al menos 7 días para recorrerla con calma y aprovechar todo lo que tiene para ofrecer.
Si tuviera que resumir la experiencia en una frase, diría que Nueva York se siente con todos los sentidos: su energía, sus calles, sus sabores y su diversidad hacen que cada visita deje una huella imborrable.
