Soy Alexis Guzmán, y junto a colegas de distintas agencias tuve la oportunidad de vivir una experiencia única entre los colores del Caribe holandés y la energía cosmopolita de Panamá.
Nuestra travesía comenzó en Curazao, donde Fiesta Tours nos recibió con una atención impecable y nos trasladó al Dreams Curaçao Resort, Spa & Casino, un hotel que nos conquistó desde el primer momento por su hospitalidad y por las vistas increíbles al mar. Allí nos esperaban Vonetta, gerente del hotel, y Juan Carlos Ramírez, quienes nos acompañaron durante toda la estadía con una calidez que realmente hizo la diferencia.
Durante los primeros días recorrimos distintas propiedades de la isla, conociendo las propuestas de Dreams Curaçao, Zoëtry, Il Mare, Livingstone Jan Thiel Resort, Sunscape Curaçao, Marriott Beach Resort y Renaissance Wind Creek Curaçao. Cada uno de estos hoteles ofrece experiencias diferentes, ideales para distintos tipos de viajeros: desde quienes buscan un all inclusive relajado, hasta quienes prefieren el lujo más exclusivo o el encanto local de las pequeñas propiedades.
Entre visitas y recorridos también hubo tiempo para disfrutar del colorido centro histórico de Willemstad, con sus icónicas casas pastel, su puente flotante y esa mezcla única de cultura caribeña y europea. Y, por supuesto, no podían faltar las playas: aguas turquesas, arena blanca y una experiencia imperdible nadar con tortugas que se convirtió en uno de los grandes momentos del viaje.
La segunda parte de la experiencia nos llevó a The Rif at Mangrove Beach Corendon, donde destacaron la variedad gastronómica, la comodidad de las instalaciones y su divertido parque acuático, ideal para disfrutar en grupo.
Desde allí volamos rumbo a Panamá con Copa Airlines, acompañados por Juan Pablo Ortiz, quien estuvo pendiente de cada detalle del grupo. En destino nos recibió Leidy, de Arcoíris Viajes, cuya atención fue simplemente excelente: amable, profesional y atenta a cada necesidad.
Panamá nos recibió con su energía urbana, su historia y su gran oferta de compras. Visitamos el Canal de Panamá, una verdadera obra de ingeniería que impresiona incluso a los viajeros más experimentados, y recorrimos el Casco Antiguo, donde la arquitectura colonial y los restaurantes con terrazas conviven con la modernidad de la ciudad. Uno de los momentos más lindos fue la cena en La Azotea, un rooftop con vistas panorámicas al skyline panameño que nos despidió con una postal inolvidable.
Nos alojamos en el Hotel Decapolis, moderno y con una ubicación ideal para moverse por la ciudad. Además de las visitas culturales, también hubo tiempo para disfrutar del clásico tour de compras, algo que Panamá ofrece como pocos destinos de la región.
De principio a fin, fue un viaje lleno de experiencias, descubrimientos y momentos compartidos. En Curazao nos quedamos con la calidez de su gente y la belleza de sus playas; en Panamá, con su ritmo, su historia y la hospitalidad de quienes nos recibieron.

#AeroTip ✈️
Si tus pasajeros viajan a Curazao, recomendales alquilar un auto: las mejores playas no están dentro de los resorts, sino repartidas a lo largo de la isla. Vale la pena salir a explorarlas.
Un agradecimiento especial a Dreams Curaçao Resort, Spa & Casino, The Rif at Mangrove Beach Corendon, Fiesta Tours, Arcoíris Viajes, Copa Airlines y Juan Pablo Ortiz por hacerlo posible.